Caballeros

Como varones de Dios, tenemos un propósito en nuestras vidas y un llamado valioso, Dios quería que el hombre fuera un reflejo suyo (Génesis 1:26). Estamos para liderar nuestros hogares en el orden correcto de acuerdo a la palabra de Dios, teniendo una relación con nuestro Señor que se trata de Dios alcanzando al hombre, y Dios nos alcanza a través de su hijo Jesucristo para vivir en comunión con Él.

Como hijos de Dios, somos sus representantes, de tal manera que todo lo que hagamos en la vida debe reflejar al Padre y debe glorificarlo, honrándolo y sirviéndolo con nuestra vida y en nuestras decisiones. La capacidad de hacer esto comienza en el corazón: "Pero los exhorto a temer al Señor y servirle fielmente y de todo corazón, recordando los grandes beneficios que él ha hecho en favor de ustedes". (1 Samuel 12:24)